Una cicatriz puede darse a partir de un accidente, una cirugía, una quemadura o de acné. Una vez que la cicatriz se forma no desaparece, aunque puede hacerse menos visible por diversos métodos.
La meta consiste en mejorar el aspecto de la cicatriz, ya sea disimulándola, cambiando su posición, o reduciendo su espesor. El color de la piel, la edad y el tipo de cicatrización depende de cada paciente, y son todos factores importantes que deben tomarse en cuenta antes de decidir la cirugía.
Ciertas cicatrices pueden ser tratadas con tratamientos no quirúrgicos, como presoterapia o corticoides
Es importante recordar que las cicatrices tardan un año o más para completar su maduración y adquirir mejor aspecto. De todas maneras las mismas deben ser cubiertas de la luz solar mediante el uso de algún protector solar.